El sistema de detección algorítmico‑direccionable de Cofem actúa como un centro nervioso inteligente: reconoce en tiempo real el dispositivo exacto —sensor o pulsador— que genera una alarma o avisa de una avería, y permite ajustar con precisión quirúrgica todos los parámetros de vigilancia —niveles de alarma, sensibilidad, retardos—. Su lógica adaptativa calibra cada punto de detección según las condiciones ambientales y el grado de suciedad del cabezal, manteniendo la fiabilidad incluso en entornos hostiles.

Todos los elementos del lazo —detectores, pulsadores, módulos de relé, unidades máster y módulos de señales técnicas— son autoidentificables. Basta conectarlos: la central los detecta y los numera sin necesidad de dip‑switches ni programación manual. El resultado es una instalación más rápida, limpia y preparada para crecer o reconfigurarse con la misma facilidad con la que se enchufa un nuevo dispositivo.

En conjunto, la arquitectura Lyon Remote asegura una protección proactiva y evolutiva: tecnología que no sólo vigila, sino que aprende y se adapta para custodiar lo que más importa.